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El 18 de noviembre, se vio a un dron sospechoso sobrevolar el norte de Nueva Jersey. En las semanas siguientes se informó de unos 5,000 avistamientos más. Nadie tenía idea de quién pilotaba los drones ni por qué. La gente empezó a asustarse.
Las autoridades aseguraron que no había nada que temer. Aun así, los drones, o vehículos aéreos no tripulados (VANT), se prohibieron por un tiempo en muchas ciudades. El incidente presentó dudas sobre si los drones son una amenaza a la privacidad y seguridad.
En EE. UU. hay más de un millón de drones registrados por la Administración Federal de Aviación (FAA). Menos de la mitad son utilizados por empresas. Otros los utiliza el gobierno. Cientos de miles de personas también vuelan drones por diversión.
La FAA establece normas sobre el uso de drones. Por ejemplo, los drones deben estar a la vista del usuario. Y no deben volarse cerca de aeropuertos o vehículos de emergencia.
Sus oponentes dicen que puede ser dificil controlar tantos drones sueltos. Y algunos usuarios de drones ignoran las normas de la FAA o no saben que existen.
Pero otros dicen que los drones no son peligrosos si se usan correctamente. Además, según afirman, los drones son herramientas útiles para entregar rápido material médico que puede salvar vidas, tomar fotos aéreas para películas y ayudar a los agricultores a controlar sus cultivos.